La Inteligencia Artificial y los movimientos de la cabeza

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Un equipo de científicos del Laboratorio de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial del MIT ha realizado una investigación que demuestra la capacidad de la IA para determinar el pulso de una persona a través del análisis de los movimientos de su cabeza captados por una cámara web​. Este descubrimiento podría tener implicaciones significativas en el campo de la salud, especialmente en la telemedicina.

El estudio, titulado «Detección de pulso a partir de los movimientos de la cabeza en video», revela que cada latido del corazón provoca un movimiento involuntario en la cabeza, causado por la circulación de sangre a través de las venas y arterias faciales.

Aunque este movimiento es sutil en condiciones normales, se puede detectar y analizar utilizando un software de amplificación de movimiento. Los investigadores descubrieron que este método puede ofrecer un nivel de precisión similar al de los electrocardiogramas tradicionales utilizados en los establecimientos de salud.

El estudio sugiere que la información obtenida de esta manera puede ser de gran utilidad en contextos clínicos donde se necesita monitorizar el pulso de los pacientes para diagnósticos precisos.

Además, el movimiento de la cabeza puede proporcionar datos sobre el ciclo cardíaco y revelar asimetrías en el flujo sanguíneo, lo que podría ser valioso para el diagnóstico de estenosis u obstrucción de las arterias carótidas.

La posibilidad de realizar estos análisis a través de una cámara web común abre la puerta a una serie de aplicaciones potenciales. Por ejemplo, durante una consulta médica virtual, el video de la consulta podría utilizarse para calcular el pulso del paciente, eliminando la necesidad de equipos especializados que solo están disponibles en los hospitales o clínicas​.

Además, ya que solo se requiere de una cámara con una resolución decente, se pueden abrir nuevas posibilidades de atención médica accesible. Los smartphones también podrían funcionar como dispositivos de apoyo para almacenar esta información en diferentes escenarios, como durante una sesión de ejercicio o en una emergencia médica fuera de casa​.

Además de la detección del pulso a través del movimiento, se sugiere que el ritmo cardíaco también podría ser identificado por el reconocimiento del color del rostro cuando la sangre es bombeada desde el corazón. Los investigadores creen que una combinación de los métodos basados en el color y el movimiento podría resultar más útil y sólida que utilizar cualquiera de los dos de forma independiente.

Esta investigación pionera del MIT abre un nuevo capítulo en la convergencia de la inteligencia artificial y la atención médica, demostrando cómo los movimientos sutiles de la cabeza pueden ofrecer valiosos insights sobre la salud de una persona.


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