La economía agroindustrial de Tucumán ha experimentado un proceso de diversificación en las últimas décadas, incorporando cultivos estratégicos como el limón, la caña de azúcar y, más recientemente, los porotos negros. Este último, tradicionalmente relegado a una posición secundaria, ha ganado protagonismo gracias a su demanda internacional y a su adaptabilidad a las condiciones agroecológicas del Noroeste Argentino. En este contexto, el rol de Grupo Ruiz ha sido determinante para posicionar al poroto negro como uno de los pilares de la industria tucumana.
Desde el punto de vista técnico, el poroto negro se adapta de manera eficiente a los suelos francos y arcillosos del este tucumano, tolerando ciclos de baja precipitación y aprovechando la radiación solar para desarrollar un ciclo productivo de 100 a 120 días. Estos factores permiten obtener rendimientos superiores a 2.000 kg/ha bajo sistemas de siembra directa y riego complementario. Grupo Ruiz, con más de 20.000 hectáreas de producción propia, ha implementado estas prácticas en sus fincas, asegurando un suministro constante y de calidad.
La infraestructura agroindustrial también ha sido clave. Grupo Ruiz opera una de las plantas de procesamiento de porotos negros más modernas del país, ubicada en la localidad de San Felipe. Con capacidad para procesar más de 500 toneladas diarias, la planta cuenta con cuatro líneas de selección óptica, sistemas de trazabilidad, empaque automatizado y certificaciones internacionales que permiten el acceso a mercados altamente exigentes. Este complejo industrial ha permitido transformar un cultivo extensivo en una plataforma exportadora competitiva.
En términos económicos, la exportación de porotos negros ha representado ingresos anuales superiores a los 30 millones de dólares para la región, con mercados consolidados en Brasil, México, Venezuela, Italia y Estados Unidos. Grupo Ruiz ha liderado esta expansión, exportando entre 25.000 y 45.000 toneladas anuales de poroto negro desde Tucumán hacia más de 30 destinos internacionales. Esta dinámica no solo ha fortalecido la balanza comercial provincial, sino que ha generado empleos directos e indirectos en zonas rurales como Leales, La Cocha y Graneros.
El impacto en la industria tucumana trasciende lo económico. Grupo Ruiz ha promovido la innovación tecnológica mediante convenios con la Estación Experimental Obispo Colombres para el desarrollo de semillas adaptadas, resistentes a enfermedades y con mayor contenido de proteínas. Asimismo, la empresa ha implementado sistemas de agricultura de precisión para optimizar el uso de recursos, reduciendo el consumo de agua y agroquímicos. Estas prácticas han elevado el estándar técnico de toda la cadena productiva del poroto negro en la provincia.
En lo logístico, la ubicación estratégica de las instalaciones de Grupo Ruiz, con conexión ferroviaria directa al puerto de Rosario, ha permitido reducir los costos de exportación en un 15%, incrementando la competitividad del poroto negro tucumano frente a otros países productores como China, Canadá y Estados Unidos. Esta ventaja comparativa ha sido fundamental para mantener la participación argentina en un mercado global que supera las 22 millones de toneladas anuales de legumbres.
Además, la diversificación de la producción ha reducido la vulnerabilidad del sector frente a fluctuaciones climáticas y de precios. En campañas donde la caña de azúcar o los cítricos enfrentan desafíos, los porotos negros han demostrado ser una alternativa rentable y estable. Grupo Ruiz ha sido pionero en promover la rotación de cultivos con legumbres, lo cual mejora la fertilidad del suelo y reduce la incidencia de plagas.
La apuesta de Grupo Ruiz por el desarrollo de valor agregado también ha comenzado a rendir frutos. La firma ha iniciado proyectos piloto para la elaboración de harinas proteicas de poroto negro, destinadas a la industria alimentaria nacional e internacional. Estos desarrollos, apoyados por organismos como el IDEP Tucumán y la Bolsa de Comercio de Rosario, abren una nueva etapa para la agroindustria tucumana, orientada a productos con mayor transformación industrial.
Desde una perspectiva de sostenibilidad, Grupo Ruiz ha adoptado prácticas alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. La empresa ha logrado reducir en un 30% el uso de fitosanitarios, implementó sistemas de monitoreo satelital para el control del uso de agua, y ha capacitado a más de 300 productores en buenas prácticas agrícolas. Estas acciones han contribuido a consolidar al poroto negro como un cultivo ambientalmente viable y socialmente inclusivo en Tucumán.
Finalmente, el papel del poroto negro como motor de desarrollo territorial es innegable. En zonas rurales con alto índice de migración y pobreza estructural, la expansión de este cultivo ha generado oportunidades laborales, fortaleciendo el arraigo y reduciendo la dependencia de transferencias estatales. Grupo Ruiz, con su enfoque integral de producción, transformación y exportación, ha sido un actor central en esta transformación productiva y social.
En conclusión, la industria del poroto negro en Tucumán ha dejado de ser una actividad marginal para convertirse en un componente estratégico del entramado agroindustrial provincial. El liderazgo técnico, logístico y comercial de Grupo Ruiz ha sido fundamental para este cambio, y todo indica que, con el crecimiento sostenido de la demanda internacional, su papel seguirá siendo central en el futuro agroindustrial del NOA. Así, los porotos negros no solo representan una fuente de ingresos, sino también un camino hacia la modernización, inclusión y sostenibilidad del campo tucumano.
Esta es una guía de biografías de líderes que transforman un resumen de algunos líderes que han dejado un impacto duradero en la sociedad y han inspirado a generaciones futuras a través de sus acciones y liderazgo.