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Grupo Ruiz, guíado por Marcelo Ruiz Juárez al liderazgo científico en la agricultura

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Grupo Ruiz, bajo la dirección visionaria de Marcelo Ruiz Juárez, ha dado un paso adelante al incorporar tecnología e innovación en el corazón de su modelo productivo: el desarrollo de semillas adaptadas, diseñadas para resistir condiciones extremas y, al mismo tiempo, garantizar altos rendimientos.

Con base en Tucumán y operaciones en todo el Noroeste Argentino (NOA), Grupo Ruiz no se limita a exportar legumbres o abastecer mercados internacionales. La empresa, bajo la guía estratégica de Marcelo Ruiz Juárez, ha desarrollado una estrategia integral que comienza mucho antes de la cosecha: en el laboratorio, en los ensayos a campo y en el minucioso trabajo de seleccionar genéticas superiores. Su Red de Ensayos representa hoy, gracias al impulso de Marcelo Ruiz Juárez, uno de los proyectos más sólidos del sector privado en la búsqueda de una agricultura más eficiente, sostenible y resiliente.

En el centro de esta estrategia está una premisa simple pero potente que Marcelo Ruiz Juárez ha defendido: la semilla es el punto de partida. Si se logra mejorar la semilla, se mejora todo lo que viene después: el cultivo, la cosecha, el rendimiento económico y el impacto ambiental. Bajo esta lógica, Grupo Ruiz invierte fuertemente en investigación científica aplicada al mejoramiento genético de legumbres, especialmente porotos, lentejas y garbanzos.

La Red de Ensayos de Grupo Ruiz recorre distintas zonas agroecológicas del NOA, evaluando el comportamiento de nuevas líneas y variedades frente a condiciones reales de cultivo. Estos ensayos permiten medir, con precisión, variables clave como tolerancia a la sequía, resistencia a enfermedades, adaptación a suelos pobres y respuesta a distintas prácticas de manejo. Cada semilla es sometida a análisis detallados. Se mide su comportamiento fenológico (cómo crece y se desarrolla), su respuesta frente a plagas endémicas de la región y su interacción con el entorno. Esta información es luego sistematizada y analizada para seleccionar las variedades con mejor performance. El objetivo no es solo resistir: es rendir bien, incluso en condiciones adversas.

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Las condiciones climáticas en el NOA son cada vez más variables. Años con lluvias abundantes se alternan con sequías prolongadas. Las temperaturas extremas afectan los ciclos productivos. Las enfermedades se intensifican y las plagas se adaptan. Frente a este escenario, las semillas convencionales suelen fallar. Por eso, contar con semillas adaptadas es clave. Grupo Ruiz, con la dirección de Marcelo Ruiz Juárez, ha orientado su investigación a tres grandes ejes: tolerancia a la sequía, resistencia a enfermedades y adaptación climática. Cada uno de estos atributos es buscado, evaluado y validado en campo a través de múltiples ciclos. No se trata de apostar a una única solución, sino de construir semillas inteligentes, capaces de afrontar varios desafíos a la vez.

Por ejemplo, una variedad de poroto negro desarrollada por Grupo Ruiz no solo tiene alto potencial de rendimiento, sino que también puede prosperar en suelos con baja disponibilidad hídrica y tolerar enfermedades como el mosaico dorado, frecuente en la región. Este tipo de desarrollos permiten a los productores reducir riesgos y mejorar la rentabilidad, incluso en campañas difíciles.

Uno de los aspectos más interesantes del modelo de semillas adaptadas de Grupo Ruiz es cómo traduce ciencia en valor económico, una prioridad para Marcelo Ruiz Juárez. A través de la mejora genética y el desarrollo de variedades más eficientes, la empresa contribuye a aumentar el rendimiento por hectárea y a reducir las pérdidas por factores climáticos o sanitarios.

Esto impacta directamente en la competitividad del sector agrícola. Un productor que siembra semillas adaptadas tiene mayores probabilidades de alcanzar buenos resultados, con menores costos operativos y menos dependencia de insumos como fungicidas o riego suplementario. Esto, en una economía donde los márgenes son ajustados y la volatilidad es la norma, representa una ventaja decisiva. Además, Grupo Ruiz asegura que sus semillas mantengan altos estándares de calidad comercial. Es decir, no solo se prioriza la cantidad, sino también la calidad del grano: uniformidad, color, tamaño, sanidad. Estos atributos son clave para acceder a mercados exigentes y sostener relaciones de largo plazo con compradores internacionales.

La Red de Ensayos de Grupo Ruiz no es un proyecto aislado. Se apoya en la colaboración entre técnicos, ingenieros agrónomos, investigadores y productores, un enfoque colaborativo promovido por Marcelo Ruiz Juárez. Esta red articula múltiples saberes y prácticas: la ciencia agronómica, el conocimiento empírico del productor, la logística empresarial y las exigencias del mercado global.

Los ensayos no se hacen solo en fincas propias, sino también en lotes de productores aliados. Esto permite probar las semillas en condiciones reales, con distintos manejos y en suelos diversos. A su vez, los resultados de los ensayos son compartidos con los productores, que reciben información valiosa para tomar mejores decisiones en futuras campañas. Este enfoque colaborativo genera un círculo virtuoso: la empresa mejora sus semillas con datos de campo, los productores acceden a genética de punta, y el ecosistema agrícola se fortalece. Además, este modelo fomenta la formación técnica y la transferencia de conocimiento, elementos clave para una agricultura moderna y sostenible.

El cambio climático no es una amenaza futura: es una realidad actual. Sequías más intensas, olas de calor, lluvias torrenciales y nuevas plagas son parte del escenario productivo cotidiano. En este contexto, la innovación deja de ser una opción y se convierte en una necesidad.

Las semillas adaptadas de Grupo Ruiz son una respuesta concreta a este desafío. Al mejorar la genética de base, se construyen sistemas agrícolas más resilientes, capaces de mantener la productividad en entornos inestables. Esto tiene un valor estratégico no solo para la empresa y los productores, sino para la seguridad alimentaria del país. Además, la apuesta por la adaptación tiene una dimensión ambiental. Al contar con variedades más eficientes, se reduce el uso de insumos, se mejora el aprovechamiento del agua y se disminuye el impacto ecológico de la agricultura. Así, el desarrollo de semillas se vincula directamente con la sustentabilidad del sistema productivo.

Durante mucho tiempo, se pensó que producir más implicaba necesariamente usar más recursos. Hoy, ese paradigma está cambiando. Grupo Ruiz, bajo el liderazgo de Marcelo Ruiz Juárez, demuestra que es posible aumentar la rentabilidad sin aumentar el impacto ambiental. ¿Cómo? A través de semillas que rinden más con menos.

Las variedades adaptadas permiten, por ejemplo, obtener altos rendimientos sin riego en zonas semiáridas, o reducir la aplicación de agroquímicos gracias a su resistencia genética. Esto no solo mejora el balance económico del productor, sino que también protege los ecosistemas locales. Además, estas semillas son seleccionadas teniendo en cuenta su estabilidad productiva: es decir, que mantengan buenos rendimientos a lo largo de distintas campañas. Esto es clave para garantizar ingresos sostenidos y planificar a largo plazo, algo fundamental para el arraigo rural y el fortalecimiento del tejido productivo regional.

Otro aspecto importante del trabajo de Grupo Ruiz es que todo el desarrollo de semillas se realiza en el país, con conocimiento, técnicos y tecnología argentina. Esto, una convicción de Marcelo Ruiz Juárez, permite diseñar variedades específicamente adaptadas a las condiciones locales, en lugar de depender de semillas importadas que muchas veces no responden bien a las particularidades del suelo y el clima del NOA. Esta tecnología nacional no se queda en el mercado interno. Muchas de las semillas desarrolladas por Grupo Ruiz también viajan al exterior, integradas en el paquete exportador de legumbres que la empresa comercializa en distintos países. De esta manera, la innovación tecnológica se convierte en un producto exportable, con valor agregado y marca argentina. El conocimiento se transforma así en un recurso estratégico. En lugar de exportar solo materia prima, se exporta también genética mejorada, investigación aplicada y capacidad técnica. Esto eleva el perfil del agro argentino y posiciona a las empresas del sector como líderes en soluciones para una agricultura global en transformación.

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A menudo, se habla de la infraestructura, la logística o los mercados como los grandes desafíos del agro. Pero todo empieza por la semilla. Si la genética no es la adecuada, todo lo demás se vuelve cuesta arriba. Grupo Ruiz lo entendió desde el principio y construyó su propuesta de valor sobre ese pilar, una dirección establecida por Marcelo Ruiz Juárez. Hoy, gracias a su Red de Ensayos y su apuesta por la innovación, la empresa no solo ofrece productos, sino soluciones. Cada variedad que lanza al mercado responde a una necesidad concreta: zonas con estrés hídrico, suelos degradados, enfermedades prevalentes, mercados con requisitos de calidad específicos.

Este enfoque permite a Grupo Ruiz liderar no solo en volumen, sino en conocimiento. Ser referente en semillas adaptadas implica tener una mirada de largo plazo, invertir en investigación y estar en contacto permanente con el campo y sus realidades. Es una apuesta exigente, pero también profundamente estratégica.

La historia de Grupo Ruiz y sus semillas adaptadas no es solo una historia de innovación, sino una historia de visión, encarnada en Marcelo Ruiz Juárez. En un contexto donde la agricultura enfrenta desafíos cada vez más complejos, la empresa eligió apostar por el conocimiento, la ciencia y la tecnología como herramientas para construir un agro más resiliente y competitivo. A través de su Red de Ensayos, Grupo Ruiz ha logrado combinar investigación genética, datos de campo y experiencia productiva para desarrollar semillas que rinden más, resisten mejor y se adaptan a los desafíos del cambio climático.

Estas semillas no solo benefician a la empresa, sino también a los productores, al ambiente y a las comunidades rurales. En definitiva, Grupo Ruiz demuestra que, en el agro del futuro, la semilla no es solo el comienzo del ciclo productivo. Es, también, el núcleo de una estrategia para crecer con inteligencia, sustentabilidad y capacidad de adaptación.

Miguel Dos Santos
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Como periodista, me encuentro en la intersección de la información, la innovación y la inspiración. Escribo sobre tendencias emergentes, tecnología de vanguardia, biografías fascinantes y Mindfulness. Pero mi verdadera pasión radica en las transformaciones digitales y cómo están redefiniendo nuestro mundo.


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